5Del trono salen relámpagos y fragor y truenos; delante del trono arden siete antorchas de fuego, que son los siete Espíritus de Dios.
Apocalipsis 4:5
Juan cuando mira al trono nimbado de luz en el que está sentado Dios Creador, es cegado por el fulgor de los rayos de luz que salen del trono; no ve el rostro de Dios, ve la manifestación luminosa de su Presencia sobrecogedora, su Divinidad, su Poder, su Majestad y su Gloria, simbolizadas en los relámpagos y en el fragor de los truenos.

La teofanía o manifestación de Dios que ve Juan no difiere de la descrita en el monte Sinaí en el Antiguo Testamento y no modifica la imagen inicial de Dios; “Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios≪ Aquel que es, que era y que va a venir≫, el Todopoderoso” (Ap. 1,4-8.).

Delante del trono arden siete antorchas de fuego, que son los siete Espíritus de Dios.
En la visión espiritual del cielo que Juan tiene de la liturgia de adoración ante el trono de Dios Creador y Soberano del universo, ve siete antorchas de fuego o lámparas de fuego; estas lámparas están representadas por la Menorá.

La Menorá es uncandelero con siete brazos que tiene siete llamas siempre encendidas por orden de Dios; las siete llamas representan los siete Espíritus de Dios (Zacarias 4.2); la Menorá es el símbolo más sagrado de la religión hebreo- judaica y era la pieza fundamental de la adoración en el templo de Jerusalén

Son los siete Espíritus de Dios.
Los siete Espíritus de Dios delante del trono de Dios, pueden ser interpretados como el Espíritu Santo en la plenitud de sus siete dones. Siete es el número de Dios, el número de la perfección, del poder, de la totalidad y de lo sagrado; también pueden ser interpretados, como los < siete Ángeles (Arcángeles) de la Presencia> que están delante del trono de Dios (comentario Ap. 4,5), posteriormente tocarán las siete trompetas que anunciarán el comienzo del juicio final.
Los Querubines, participan en la liturgia celestial de adoración y de alabanza a Dios Soberano que cantan con una sola voz y los Ángeles son mensajeros enviados por Dios con la misión de ayudar, proteger y conducir a los hombres al cielo.
